Cristian Castro goza de su soltería sin ser feliz


Cristian Castro no es feliz, pero no se culpa. De lo único que se declara abiertamente culpable, como sentencia el título de su nuevo disco, El culpable soy yo, es de haber apostado a un amor a contracorriente. Ese amor, que terminó en despecho, fue su ex esposa y madre de sus dos hijos, Valeria Liberman, quien lo acusó de violencia doméstica y cuestionó su sexualidad.

“No tengo la culpa de no ser feliz, digamos que el deber de todos los seres humanos es ser feliz, no tuve la culpa porque no pude serlo. No tuve la culpa porque hubo un desencanto ni del despecho que ella tuvo hacia mí tampoco; solamente tengo la culpa de haberlo intentado y de haber fracasado”, declara el cantante, quien considera que su error fue casarse a la prisa y sin el consentimiento de su familia, en especial de su madre, la actriz Verónica Castro.

Su no culpabilidad la desahoga “con picardía”, dice, en el sencillo que titula la que cree su producción más ambiciosa. “Me llamó la atención cuando llegó este tema a mí, por parte de esta autora que se llama Gloria España; me pareció una reflexión muy bonita, un poema lindo, que realmente uno acepta que es culpable por haberse enamorado, que uno hubiese querido seguir adelante a pesar de que la otra persona no estaba tan en la fantasía o en el sueño, creo que me quedó a la medida”.

La gran lección de su tragedia amorosa fue desobedecer el instinto de su madre, quien desde el primer momento “tuvo una gran negativa” hacia Valeria Liberman. “Lo que realmente me enseñó todo esto es hacerle caso a mi mamá, hacerle caso a la abuela, a tomar el consejo y no pasarlo por alto sólo por complacerme a mí, por mi sentimentalismo por una mujer”.


No se casa más

La otra lección que aprendió de su divorcio es sólo tener novias, no esposas.

“Lo que pasa cuando firmas es que, después que se acaba, pasas esos nueve meses de telenovela”, confiesa el artista, quien recientemente expresó su descontento por no ser uno de Los 50 más bellos de People.

“Con novia siempre funciona bien, y de pronto, si se pone muy formal, se pone tenso”, opina.

“Estoy disfrutando la soltería, saliendo con amistades, con chicas que me gustan, pero nada más. Ojalá que pronto aparezca una novia”.

Cristian Castro, mientras, logró armonizar en su nuevo trabajo el sentimiento que define su repertorio con un sonido más actual.

Para ello contó con los productores AB Quintanilla, Kiko Cibrián y Armando Ávila, entre otros.

“Quería estar actual en la radio, siempre buscando actualizarme, pero tener esa melodía, esa lírica, que es importante, y pues, siempre tratando de tener profundidad, canciones que me quedan a la medida”, detalla.

Irónicamente sus éxitos son mayormente románticos, sin embargo, el amor no acaba de hacer las paces con él.

“Es un destino marcado a veces para el cantante, esa herida mortal que va a seguir para siempre, por eso se canta con esa devoción”, puntualiza.

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